Soñar y ser feliz, son dos acciones deseadas por los seres humanos  proyectadas siempre en el futuro. Ambas, necesarias para apasionarnos por el movimiento de la vida que nos lleva hacia arriba, a salir del espacio de la dualidad en el que estamos. Cuando el sueño transformado en deseo empieza a ser real y descubre el mecanismo de pasar del mundo de ilusión al mundo real a través del corazón, tu corazón que bombea sangre y vida para que sientas tu cuerpo, sensaciones y emociones. Haces consciente lo inconsciente y puedes nombrar percepciones sutiles para conocer aquella información que no sale de tu mente sino de tu existencia, entonces empiezas a vivir, a respirar, a gozar de ti, del sexo y del amor. Tus sueños y tu felicidad fueron entonces el motor de algo aún mayor, han sido la plataforma que te catapultado a lo inimaginable, -porque la mente solo podía imaginar algunas pequeñas cosas-  Lo que se abre ante ti ahora, es a vivir en plenitud  porque finalmente tu vida a diario es Divina  y tu felicidad esporádica se torna en la Plenitud Constante.
«La India»
30 de julio de 2016