En mi adolescencia era aficionada a las novelas y telenovelas, vibraba con los personajes y sus dramas encarnando apasionadamente sus papeles. Cuando finalmente los protagonistas en cuestión se encontraban y se daban el sí para siempre, terminaba. Justo cuando podía comenzar a disfrutar sin tensiones de esa ansiada felicidad no había más libreto. Me quedaba con una sensación de vacío, que sólo la cubría comenzando con una nueva.
Lo que se hace intolerante es ese vacío existencial que sólo se llena con melodrama relacional. La montaña rusa llega al fin del recorrido y toca decidir qué hacer ¿Otra vuelta o sentarse a mirar cómo gira?
Ahora prefiero sentarme y mirar la montaña rusa a la que subí, donde grité del horror y lloré del miedo, me quise bajar cuando estaba en la cima, reí histéricamente entre risas desconocidas, en definitiva, siempre estuve sola ante la posibilidad de morir ante el peligro o perder a alguien amado en una curva.
Me imagino la felicidad como poder sostenerme una cinta transportadora, siendo yo una maleta que contiene solo lo importante y dejándome llevar por el destino.
Siento que fui apretado el botón de detener hace algún tiempo y como una locomotora, que va aminorando la velocidad hasta quedar detenida lentamente. Ahora puedo bajar porque todo está en calma, soy capaz de observar y ser objetiva con el juego emocional de la vida en el que ya no me interesa participar. Lo que espero, después de esta comprensión, es ponerlo en práctica y aunque mi ego me ponga zancadillas para olvidarlo, este testimonio que he ido reflejando en estos diez días de reflexión, me ayudarán a volver a contemplar la montaña rusa desde abajo, porque allí es donde quiero estar. Al menos ahora, sé cómo volver a tierra firme y a mi centro, toda vez que lo olvide.
La India
Flamenca. Terapeuta Corporal. Escritora
www.la-india.es
me cuesta bajarme de esa montaña rusa como la llamas tu, muchas veces me pregunto atras de que corro ?, me siento como el conejo que persigue la zanahoria y nunca la atrapa a lo mejor si me quedo quieta ella tambien y esta al alcance de mi mano
Es interesante la vida… A mi de adolescente nada me afectaba me volví falsa zen….Pero en realidad todo me afectaba más de lo que yo creía…ahora estoy trabajando la espontaneidad , dejar correr mis expresiones más libremente . Gracias india , e apretado ese botón y se que Gracias a la voluntad y la conciencia voy transitando entre dos mundos la unidad y la dualidad….
Hasta que un día con el tiempo y el trabajo me encontraré bajando de la montaña con facilidad