Nadie es perfecto, pero existe esa persona perfecta para ti; la que se ajusta a tus necesidades conscientes e inconscientes. Hay una persona perfecta, en el momento perfecto, para que tú aprendas aquello que es vital para tu crecimiento. 
Para darte cuenta de si estás con una  persona que te expande o te comprime, te propongo unas preguntas para reflexionar y sentir que es mejor para tu corazón.
¿Eres tú cuando estás con la otra persona?
               Te das cuenta que no eres tú, cuando estás en guardia y pendiente de actuar de la forma que tú crees que es la correcta, para que el otro te apruebe. Construyes así una versión vendible de ti. Hay tensión y ansiedad de esperar recibir aquello que imaginas: tu cabeza especula y supone.
               Sin embargo la autenticidad de sentirte tu mismo o tu misma, la sientes en la relajación de tus músculos, en la gracia de tus movimientos -hasta para caerte en medio de la calle-  de guardar silencio o hablar espontáneamente, sin sentir la necesidad de llenar huecos incómodos.
¿Sacas lo mejor de ti cuando están juntos?
               Cuando sacas lo mejor de ti, te sientes audaz y capaz de explorar tus deseos, animándote a creer que es posible retomar aquella afición que te enciende el corazón, o expresarte libremente de aquello que te apasiona. Te sorprendes de descubrir en ti nuevos potenciales, creando nuevas alternativas para tu vida. Percibes la vida real y mágica con una sensación de vibrante vitalidad. Sientes que el otro te apoya, valora y admira.
¿Puedes abrir tu intimidad al otro?   
               Puedes confiar y abrirte, digas lo que digas, el otro está allí conteniéndote. Puedes hablar de aquellas fuertes historias familiares que marcaron tu vida, de sexualidad, de tus propias inseguridades y necesidades. Compruebas que mostrando tus partes más oscuras, -aquellas que no sueles mostrar a cualquiera- el otro sigue allí y abrazándote. Dejas de esconderte porque el otro hace que te descubras cada día un poco más.
¿Eres mejor persona desde que están juntos?
               Si vives con alguien una relación amorosa, expresarás amorosidad, es simple. Estarás en conexión con lo esencial de la vida, mientras vives en lo cotidiano de la cola del metro. Es una relación que te enseña a ser cada vez más amoroso y compasivo, porque te llena de paz, plenitud y expansión. Aprendes a Ser y descubrir quién eres en esencia. Tus brillos y tus sombras son abrazados, porque el Amor no tiene condiciones, el Amor Es.
Si aún no tienes pareja, son unas buenas preguntas para hacerte cuando conoces a alguien.  Y si tienes pareja son preguntas que abren a un diálogo interesante.
En cualquier caso son preguntas para hacértelas a ti sobre ti con respecto al otro. No puedes esperar del otro lo que tú no sabes dar.
La India
Una Flamenca hablando de Amor
8-11-2016

Nadie es perfecto, pero existe esa persona perfecta para ti; la que se ajusta a tus necesidades conscientes e inconscientes. Hay una persona perfecta, en el momento perfecto, para que tú aprendas aquello que es vital para tu crecimiento.