Los motivos aparentes por los cuales las parejas no te funcionan pueden ser infinitos. Si lo deseas puedes buscar culpas y culpables que justifiquen el fracaso, pero desde luego estarás dando vueltas en círculos.
¿Te estás haciendo las preguntas correctas?
- Cambia el ¿Por qué? por el ¿Para qué?
En principio, la interrogación no es la más acertada. Preguntar “por qué” siempre busca culpables y genera juicio. En todo caso encontrar culpables no modifica la experiencia, sino que la reafirma en tu mente: “todos los hombres juegan conmigo” o “Las mujeres me usan y me dejan”.
La pregunta más acertada es: ¿Para qué? Te ayudará a descubrir en ti, aquella parte anclada que estimula inconscientemente la repetición de patrones que confirman tu regla.
¿Para qué no me va bien con esta pareja?
¿Para qué los hombres juegan conmigo?
¿Para qué las mujeres me usan y me dejan?
- Cambia Negación por Afirmación.
Permanecer en lo que “NO” quieres sin saber qué es lo que “SÍ” quieres, te hace fuerte en aquello que no deseas que ocurra: “no quiero esa persona, ni ninguna otra con éstas características”. Como estas pendiente de “NO” estar con alguien así, cada vez le das más energía e importancia a esa idea. Facilitando que reaparezca reforzado ese tipo de persona en tu vida.
Crea en tu mente, siente y desea sin dudar ni siquiera por un segundo la existencia del ser que deseas para tu vida. Construye con paciencia en tu imaginario todos los detalles que Sí te gustaría que tenga tu pareja y olvídate de los No.
- Cambia las generalidades por las particularidades.
A pesar de que seguramente es cierto que se repiten tus patrones de fracasos consecutivos, cada una de las personas que pasa por tu vida, te trae de regalo, algo para que aprendas. Si aprendes lo que te trae la primera, con la segunda no volverá a ocurrirte; seguramente te ocurrirá algo nuevo, para aprender, más allá de que la relación no continúe.
Si permites que los “fracasos” sean diferentes y no repetitivos, quiere decir que capitalizas y creces con cada experiencia de relación. Así los fracasos dejan de ser “fracasos” para convertirse en experiencias para madurar emocionalmente. Te irás construyendo como una persona segura que acepta lo que la vida le trae. Cuando hayas aprendido lo suficiente con cada relación, tú habrás transmutado en alguien que sabe lo que quiere, cómo lo quiere y dónde lo quiere. Ten por seguro que toparás con ello.
La India
Una Flamenca hablando de Amor.