Lo que sigue lo escribieron mis dedos, aunque no tengo muy claro qué parte de mí lo estaba dictando, como si alguien desde dentro me hablara directamente a mí.

Me senté en el ordenador para enviar unos correos, pero sentí el impulso de escribir con una idea muy clara, lo hice sin detenerme, hasta que simplemente el estímulo inicial cesó, sin nada más que agregar. Al releerlo, note una redacción diferente a como suelo escribir, de hecho, le hubiera dado unos retoques, sobre todo, el sentido a las comas, pero decidí dejarlo tal como me había salido y corregir sólo los errores de lectura.

“Ya no haces, sino que te dejas hacer, ya no te esfuerzas utilizando tu poder porque no es necesario, nada de lo que tu ego haga es demasiado importante, como tú no eres tú, sino que eres nadie, adquieres una nueva identificación dónde no eres, pero te sientes, te percibes, la intuición se expande y eres vital, no decides pero la vida te indica el destino. Sacrificando esa imagen que tienes de ti, es cuando la vida se torna fácil. Puede que te quedes sola, o te sientas incomprendida y fuera del sistema, pero ahora te sonríes porque comprendes y esperas que el que tiene que llegar llegará, sólo si tú no intervienes. Porque tú no eres nadie y no tienes nada que hacer, sólo estar en ti, en tu amor por ti, por la vida y por quienes te rodean, en paz, porque todo está bien, hasta el dolor existencial como la expresión del miedo oculto en tus catacumbas, tiene sentido como el gran maestro.  El tiempo ahora es tu aliado, aprendes a sonreír como el buda, pero sentada en medio del bullicio porque lo que tiene que ocurrir ocurrirá y quien tienen que volver volverá, tanto como quien tiene que llegar llegará y así será la vida que deba ser para ti, para cumplir tu destino que no es ni más ni menos que, hacer lo que solo tú tienes que hacer mientras habites este cuerpo en este planeta”.

Feliz cumpleaños número 50.

Que así sea.

 

La India

Flamenca. Terapeuta Corporal. Escritora

www.la-india.es