El Flamenco y el gen del movimiento en el baile.

El Flamenco y el gen del movimiento en el baile.


          El Flamenco se ha hecho inmenso, abarca a artistas de todas las nacionalidades que pueden expresar y ganarse la vida bailando Flamenco. Ellos consumen el arte y la sabiduría de la fuente, en Andalucía -como siempre y desde siempre- para expandirlo por el resto de España y el mundo. Estudiantes de todas las regiones del planeta están aprendiendo español, tan sólo por comprender el mensaje del cante y el lenguaje de las clases, como pellizco, recoger, aire. La enseñanza se va a adaptando a la necesidad de tener que transmitir un mensaje cifrado como si fuera la tabla del dos.
           Es cierto, el Flamenco es muy difícil. Desde comprender musicalmente la métrica del compás por bulerías, lanzar un grito de dolor sin gritar, o su ejecución misma a la hora de bailar. Cualquier músico experimentado se rompe la cabeza en ésta yuxtaposición del ¾ y 6/8, lo mismo que una gran cantante de garganta prodigiosa no logra decir los ayes de salida o los melismas del cante. El mejor bailarín del Bolshói puede adaptar su cuerpo a cualquier tipo de danza, pero para el flamenco es tan torpe como cualquier principiante. En cuanto al baile, no se trata de habilidades físicas se trata de comprender el gen del movimiento flamenco.  
 Se está reinterpretando el arte flamenco de los grandes -de los pocos que quedan, como Manuela Carrasco, Matilde Coral, Angelita Vargas, La Chana o los que ya no están como Farruco, Carmen Amaya, la lista es larga y vale quilates-. Reinterpretándose para la enseñanza, e investigando a través de la dimensión corporal, el gen de esos movimientos flamencos. Sin empañar el arte como expresión única de la personalidad flamenca de los “antiguos”.
          Por mi clase han pasado grandes músicos, cantantes y profesionales del baile de otras danzas, con base en la danza clásica -el flamenco les destrozó sus parámetros-  todos podían aprender a “hacer” desde el primer momento,  pero ninguno captaba la sensación de pellizco, aire o soniquete. Si para éstos profesionales su percepción se densificaba, ¿podéis imaginar lo que supone para cualquier persona con cultura musical o corporal corriente? Ni siquiera me refiero a quien no comprenda el idioma, que por supuesto presume aún más esfuerzo, sino a quienes no conocen la energía de su cuerpo. Pongo un ejemplo: cuando en clase digo “levanta el esternón”, suelen levantar los hombros  y además acortan la respiración. Esto ocurre cuando no habitamos en nuestras sensaciones. 
           Alguien totalmente ajeno a la cultura del flamenco pero apasionado por él, necesita comprender mentalmente, para dar la orden a su cuerpo de hacer. Copiar lo que el maestro propone, ya es un pobre recurso; de éste modo no hay presencia en el cuerpo, porque las sensaciones que rellenan una marcaje no se hacen conscientes. Tengo alumnos que en su primera clase me informan de todos los grandes artistas del flamenco con los que han dado sus clases,  la verdad es que en algún punto me asusto y me pregunto “¿Qué voy a enseñarle yo?”  Ellos cogen rápidamente los ejercicios y los pasos, pero el cuerpo va a tirones, descolocado, sin aire y con esfuerzo.   
          Se está reinterpretando el arte flamenco de los grandes -de los pocos que quedan, como Manuela Carrasco, Matilde Coral, Angelita Vargas, La Chana o los que ya no están como Farruco, Carmen Amaya, la lista es larga y vale quilates-. Reinterpretándose para la enseñanza, e investigando a través de la dimensión corporal, el gen de esos movimientos flamencos. Sin empañar el arte como expresión única de la personalidad flamenca de los “antiguos”. Los maestros que somos contemporáneos a ellos, no creamos éste arte, pero lo decodificamos. Siguiendo el proceso de nuestros propios movimientos con la vida a través del gen flamenco primero y luego pasándolo a los alumnos. Yo me considero una de ellos, ya que mi formación como terapeuta corporal me ha dado las herramientas necesarias  para saber percibir en el cuerpo de los alumnos o consultantes.  
          Me apasiona observar la transformación que acontece, cuando se toma conciencia con unas pocas y simples pautas, lo que ocurre con la propia energía. Se abre un camino mente-cuerpo,  que con la práctica lleva a la mutación: primero el cuerpo ¿Qué siento? Y luego la mente ¿que pienso de esto que siento? Porque la vida como el baile, ocurre en el cuerpo. 
La India
El Tantra dice…

El Tantra dice…

Aceptar la totalidad de la vida, es estar automáticamente en el camino medio. No estás ni a favor ni en contra de algo. No has elegido, simplemente estás flotando en la corriente. No estás yendo hacia una meta: no tienes elección. Estás en estado de dejarte ir.
               El Tantra cree en un profundo dejarse ir. Cuando eliges estas yendo contra todo el universo, estas separado, aislado, vas intentando ser tú contra el flujo universal , contra el flujo de la vida. No elegir significa que no tienes que decidir hacia dónde va la vida, dejas que la vida se mueva y que te lleve con ella. Te entregas a la misma fuerza de la vida, esto es lo que el Tantra quiere decir con aceptación total.
             Una vez que aceptas la vida en su totalidad, comienzan a suceder cosas, porque ésta aceptación total te libera de tu dosis de ego. Éste ego que no se entrega es la fuente de todos los problemas.
               El Tantra dice: no elijas. Permanece sin elección. Si tienes algo que elegir o que lograr no puedes aceptar la totalidad. Aceptación significa dejar de lado a la mente que siempre está a favor de algo o anhelando algo. Si tienes una meta no puedes aceptar la vida como una amiga. Si esperas algo de la vida  te estás imponiendo a ella, no estás dejando que la vida suceda.
               El Tantra dice: las cosas pasan cuando no las esperas, cuando no las fuerzas, cuando no las anhelas. Un resultado viene de un esfuerzo consciente; una consecuencia es simplemente un derivado adicional. La felicidad es una consecuencia del amor,; si te amo sin ninguna motivación, la felicidad lo seguirá como una sombra.
               El Tantra dice: la aceptación será seguida por la transformación. Pero no hagas de la aceptación una técnica, para la transformación no lo es. No desees la transformación,no sucederá y el deseo será el propio obstáculo.
               El tantra dice: seas lo que seas acéptalo. No lo justifiques ni lo racionalices, vive el momento y ve que ésta es la realidad. Permanece con la realidad y acéptala, a no ser que afrontes esa crisis no serás transformado. Sólo la realidad de la vida te lleva a la verdad, las ficciones no ayudan, así que permanece con los hechos independientemente de lo que sean. El universo te sucede de ésta manera, te has encontrado a ti mismo de ésta manera. Es así como te ha hecho la vida, es así como la vida te está forzando, como te está llevando a alguna parte. Relájate y deja que la vida te lleve ¿Cuál es la dificultad al relajarte? Es que si te relajas, no puedes permanecer en el ego.
               El tantra dice: intenta comprender todo éste mecanismo de la mente, entonces es bueno no luchar, es bueno fluir como eres y aceptarlo. Tenemos miedo porque si aceptamos ¿Cómo lo cambiamos?.
              El Tantra dice: la aceptación es trascendencia, lo has intentado luchando y no ha pasado nada.
               El tantra dice: una vez que aceptas la división interna desaparece, te vuelves Uno y ésta Unidad da energía. Toda tu energía se derrocha en la lucha y los conflictos internos. La totalidad es una transformación alquímica, estás a gusto  y tienes energía. La energía que obtienes mediante la ausencia de conflicto se vuelve tu conciencia.
               La energía puede moverse en dos direcciones, si va hacia la lucha la estás derrochando; si la acumulas  en la no lucha, te sientes cada vez más fuerte. Tú te sientes fuerte y ese “tu” es algo totalmente diferente.. Una vez que la energía está indivisa, va acumulándose. La energía vital es producida dentro de ti todos los días  y llega un punto, que esa energía se vuelve consciencia, el Tantra dice que esto es automático. Cuando la energía es transformada en consciencia, suceden muchas cosas, puede ir a una dimensión más elevada y ya no permanecerá en la dimensión baja del conflicto.
El libro de los secretos. Bhagwan Shree Rajneesh (Osho). Ed Gaia ediciones 1999
La India
Flamenca -Terapeuta Corporal – Escritora
www.la-india.es
El Sexo es la energía básica de la creación.

El Sexo es la energía básica de la creación.

Cuando re-conozcas y re- aprendas a usar ésta energía, será entonces cuando vivas la abundancia ilimitada de tu propia creación.
             La sexualidad es el inicio de todo. De un acto sexual somos engendrados, da igual si es un hecho placentero, deseado, obligado o casual. El pene de papá derrama su semen en la vagina de mamá: ese es  el único potencial de que tú y yo existamos. 
            Es momento de dar al sexo el lugar Sagrado y Divino que merece, asumiendo que es el origen de la creación. La sexualidad es lo que nos hace existir, antes, durante y después.
            Ya hablaba Sigmund Freud de la “pulsión sexual”, más tarde, Wilhelm Reich con el descubrimiento del “orgón”, Carl Jung con la reconciliación de la polaridad femenina/ masculina y su concepto de “Ánima-Animus”.
En el otro extremo, las religiones han condenado el sexo. Y nosotros, pobres humanos, hemos desarrollado y basado nuestra personalidad, clasificando como aceptado o no aceptado tal o cual deseo, sentimiento o fantasía sexual. Las normas con que reglamos la sexualidad la desnaturalizan, la prohibición interna y externa que censura, sigue fuertemente vigente. Te propongo algunas preguntas para que tu corazón responda.
¿Soy consciente de mi energía sexual?
¿Puedo expresar libremente la profundidad más íntima de mi sexualidad?
¿Puedo compartir esa intimidad con mi pareja sin sentirme enjuiciada o enjuiciado?
¿Eres capaz de comprender que tu expresión sexual eres tú?
            Si separamos la energía del sexo de quienes somos, esa fuerza seguirá existiendo en el quien no queremos ser, y el miedo hará que la elaboremos y sintamos como aberraciones no aptas según las “normas”.
El deseo, la fantasía, los viajes mentales a través del sexo existen más allá de nuestro control, guiándonos a ciegas  desde el inconsciente.
El miedo a los dogmas a los que debemos responder son nuestra celda, por esto la sexualidad está enferma, es abusiva, violenta y castradora en su máximo exponente, el más visible; aunque en la cotidianidad naturalizamos el concepto del macho, no nos animarnos a decir a la pareja lo qué nos gusta y cómo nos gusta ser tocados, o en el caso de las mujeres: el manipular un pene es considerado una aberración censurable, sólo por dar algunos ejemplos.
            La no aceptación de nuestra completa sexualidad, es lo que crea las sombras de la humanidad. Empoderando la pareja, nos acercamos tímidamente a estos límites tan temidos iluminando las sombras con Amor Compasivo, así ésta descubre la Unidad.
Lo que nos une y nos da poder, es sentir que no estamos solos, que al otro le pasa lo mismo, que sus temidas fantasías no estaban tan alejadas de las mías. Entonces ambos se sienten aceptados en lo que creen es su parte impura -juicio que proviene siempre del miedo a la propia pulsión sexual-.
El Amor Incondicional vivido dentro de la Unidad de Pareja es la aceptación de entregarse cada uno a sí mismo.
            «Soy quien Soy y  amándome me muestro ante ti, no es tu juicio lo que me importa, sino la necesidad de expresar todo mi Ser”.
 
“La India”
Una flamenca hablando de Amor.