Cuenta atrás 3. La Maternidad

Cuenta atrás 3. La Maternidad

“Cuando nuestra vida se transforma por completo el dolor es la primera cosa que producimos a nuestro alrededor y es necesario comprender que hay numerosos inocentes y muchas vidas son sacrificadas”.(La ley del avance- A.Jodorowsky)

 Esta frase, me hizo un fuerte estruendo, por lo dura y por lo real. Yo me he transformado por completo cuando decidí divorciarme y luego cuando decidí venir a vivir a Sevilla, ambos momentos ocasionaron dolor a mis hijos, a mi madre y las personas que estaban a mi alrededor.

Mis hijos me han guiado desde que tengo dieciocho años, mi vida fue marcada paso a paso por mi amor incondicional para con ellos. Siempre creí que, de no haber sido por ellos, me hubiera perdido por ahí.

Ciertamente no he tomado decisiones cómodas y agradables desde su perspectiva infantil. Los obligué a transformarse con mis transformaciones proponiéndoles desafíos fuertes, sintiendo que eran los caminos a seguir en los respectivos momentos y que por duro que es un divorcio y una migración de continente, siempre tuve la esperanza que sacarían partido y así entonces me perdonarían.

La culpa que cargamos los padres es arquetípica, nadie puede escapar a ella. Ninguna madre es feliz viendo una sola lagrima caer por la mejilla de un hijo, tenga este la edad que tenga. El único alivio es sentir que -es por su bien-. Nos toca decidir por el mayor bien de un ser pequeño, inocente e indefenso, como si tuviéramos tamaña maestría para decidir por la propia vida y por supuesto cargar luego con las consecuencias.

Es difícil aceptar el dolor de los hijos, soportar la rebeldía adolescente tan necesaria para ellos y tan injusta para nosotras. Es difícil observar como pelean con la vida sin protegerlos. Qué difícil es ser “buena” madre y qué lucha innecesaria la de pretender serlo.

Si mi madre hubiera sido la madre que yo soñaba, poco recurso hubiera desarrollado yo en mi vida. Sólo puedo sanarme como mamá cuando miro a mi madre y le agradezco haber sido tal cual fue. Aprendí con ella lo que necesitaba y pude decírselo en vida y aprendo con mis hijos a ser madre y aceptarme como tal, confiando en ellos y en su vida.

Mi niño Emi y mi niña Faus en mi corazón, como parte indisoluble de mí. El hombre y la mujer que son, están ahora maternados por la vida, pero mi felicidad siempre dependerá de sus sonrisas.          Y el niño de mi niña, mi nieto Simón, es el regalo de Amor que la fuerza de la vida me ofrece para seguir aprendiendo.

 

La India

Flamenca-Terapeuta Corporal. Escritora

www.la-india.es

Cuenta atrás 9: La Fuerza

Cuenta atrás 9: La Fuerza

Cuenta atrás 9. La fuerza

Mis cincuenta años me encontrarán en un lugar diferente al que hubiera pensado en mis tiempos de guerrera. Desde el aspecto físico, desde luego que nunca me hubiera rapado y habría mantenido mi apariencia a base de potingues y cirugías, no pasaba por mi mente el retiro de la batalla del éxito y el logro.

Mi voracidad nunca me permitió disfrutar de lo que tenía, cuando lo tenía. Todo lo alcanzable se escurría como agua entre mis manos, lo conseguido ya no valía, porque cuando lo veía de cerca era pequeño y opaco, sintiéndome frustrada y sin valor; sólo aquello que me demandaba esfuerzo para alcanzarlo, a lo lejos, en el futuro, se imaginaba brillante y muy grande. Mi zanahoria fue pensar que mis mejores momentos de felicidad vendrían en algún momento y para ese momento invertí prácticamente toda mi vida.

Ahora que lo escribo lo revivo y siento como mi energía se agota comprimiéndome por dentro; pero cuando tenía veinte, treinta o cuarenta, la energía era inextinguible. Hasta que no me agoté no pude parar de exigirme y cuando tuve que parar, comprendí.

Necesitamos quitar ese excedente energético de la juventud que nos nubla el sentido para poder ver lo real. Qué pena de humanos que aún no somos capaces de usar ese potencial humildemente y rindiéndonos a la sabiduría de la vida ¡Pero no! Creyendo que si nos esforzamos lo suficiente podremos con todo, no reparamos en absoluto en la forma del pensamiento divino: la intuición.

Qué poco nos funciona la percepción y la intuición con altas cantidades de energía presionando. Damos a la fuerza un valor erróneo, sin reconocer que la fuerza en una dirección genera otra fuerza en dirección contraria y a más fuerza enviada, más fuerza nos llega de rebote. Comprendo ahora que no tengo nada qué hacer ni nada que decidir, luego de hacer mucho y tomar muchas decisiones aprendí que lo suyo es mantenerme atenta, sintiendo, percibiendo y así, la inspiración de la vida tiene espacio para expresarse. Aprendí que es necesario confiar en la vida, para calmar la ansiedad.

Lo que tiene que ocurrir ocurrirá cuando ocurra lo que tiene que ocurrir y no depende de mí.

Mi rapado radical no es más que la vida manifestándose en mí y yo permitiéndoselo. Aceptando que aquello que yo quería, lo quería mi ego y no mi vida. La vida quiere que seas parte de ella                 g a n á n d o t e l a. Por eso ahora, también comprendo esto de ganarse la vida y lo relacionado que está con el dinero y no con la abundancia del ser.

La abundancia de vida en ti.                                                                                                              Cuan claro veo ahora que haciendo lo que mi ego quería no me ganaba la vida, no era merecedora de la vida, sino del eterno descontento de nunca alcanzar lo deseado. Haciendo lo yo que quería iba a la lucha de la vida: luchaba en vida y sobrevivía en ella.

Ahora veo claro que la vida no quiere que sobre-vivas, quiere que la  v i v a s,  quiere que la valores, que la goces, que la descubras, por eso te invita a que te la ganes por ti misma o por ti mismo, para así honrarla dándole lo mejor de ti: no tu esfuerzo y tu pena.

Ganar la vida es el premio y todo galardón conlleva abundancia de energía fluyendo dentro y fuera de ti. Ganarse la vida es mover energía y así crear infinitamente. Ganarse la vida es tenerlo todo y tanto, que te provoca compartirlo, darlo, entregarlo. Es una energía que se hace tangible cuando la sacas de ti, porque cuando la das ves tu energía en el otro. Cuando tu energía es captada por el otro y ese otro crece y evoluciona, re-crea tu energía y la transforma para sí, entonces tu mente puede comprender con hechos reales y no imaginarios, lo que eres capaz de hacer. Y esa comprensión da paz así, te conviertes en una persona vital en lugar de fuerte.

Mi rapado es símbolo de esa vitalidad mía que vi en el otro y que se me devolvía en forma de respuestas claras y contundentes, respuestas que había buscado toda mi vida, respuestas que estoy segura, no son diferentes a las que buscabas tú. Respuestas al sentido de mi vida, al para qué de mi existencia.

Cuando usas la fuerza sin el sentido de tu corazón, entonces te cansas y te hundes y hagas lo que hagas te hundes más, te agotas. Solo consigues caminar por las “catacumbas de la vida: el reino de Lethe, la Diosa del olvido”. Ya no te reconoces porque te has olvidado de preguntarte ¿Cuál es el deseo profundo de mi corazón?

La India

Flamenca. Terapeuta Corporal. Escritora

www.la-india.es

La diferencia entre Bailar y Danzar.

La diferencia entre Bailar y Danzar.

Danzar es un momento con uno. Bailar es un momento con otros.
Puede que a través del baile alcances la danza, una vez que hayas unido en ti la estética y  la autenticidad.
             Danzar es un momento con uno, está relacionado con lo intuitivo, perceptivo y espiritual. Es un fenómeno que ocurre como producto de un misticismo sectario y enajenado. Enajenado de todo lo que no atañe a lo esencial del Ser que danza.
            El danzar tiene que ver con lo ritual, vital y trascendente. Es un viaje interior profundo que escapa a la parte consciente para cavar incluso en lo que está por debajo, el Inconsciente, ese espacio virtual que conoce de ti a pesar de ti, de todos y de todo. Sabe que tú eres sólo una parte de ti, la visible y la que crees ser.
            Danzar, es conectar con el universo a través del ritmo y es éste pulso quién rompe las corazas de la mente y del cuerpo para despertar memorias antiguas liberándolas a través del movimiento. Paulatina e hipnoticamente, en un vilo entre control y descontrol, el cuerpo va energizándose en una espiral ascendente hasta llegar en un  instante santo, al desenlace y explosión, con dibujos espasmódicos, vigorosos y bellos. Solemos llamar a esta resolución arte y no es nada más ni nada menos que la belleza de la autenticidad: el vislumbre del Ser en danza. Así, como si terminara el trance, las sensaciones físicas comienzan a sentirse: temblor, palpitación, excitación, sudor, todas sensaciones corporales nuevas, potentes y hasta abrumadoras que sólo aparecen ante emociones primarias que no se acostumbran expresar en la vida diaria, porque permanecen ocultas en las formas éticas que la sociedad acepta, creando así las corazas musculares de las que habla W. Reich. Es como si todo hubiera ocurrido en un sueño, pero es lo más real que tu cuerpo ha expresado, de igual modo que lo hace en un orgasmo.
            Extrapolando la danza a la vida -danzar con la vida- es transitar la vida con naturalidad y aceptación más allá de la intensidad; “danzando” con cada situación para sacar el mejor favor posible. Este concepto, que conecta con el fluir en el momento presente,  nos ayuda a salir del drama y lo traumático, permite aprovechar la experiencia viviendo cada momento sin esconder ni negar nada, aceptar que lo que está sucediendo ahora así es y la única forma de cambiarlo, es transitándolo en toda su extensión hasta su espontánea transformación.
            Bailar se corresponde con un aspecto tan importante de la existencia como es lo relacional. Es conectar con el exterior, el público, la mente y lo aprendido. Hay un cierto control de lo que está ocurriendo entre el afuera y el adentro de ti. Las sensaciones tienen un límite y no desencadenan las emociones primarias. El bailar se desarrolla en el brillo de la piel y en su tersura. En el bailar está presente el tesón, la responsabilidad, la inteligencia, las horas de ensayo e investigación de las capacidades de tu cuerpo y la belleza de la estética.
            De la misma manera bailar con la vida, sería como seguir el ritmo impuesto por el entorno, las consecuencias de acciones y relaciones. Dar la talla, alcanzando metas y expectativas donde el intelecto se entrena y se educa pudiendo, si se lo propone, alcanzar la excelencia.
            La estética puedes alcanzarla con el tiempo y el estudio, pero la autenticidad es como alcanzar la iluminación. Puede que a través del baile alcances la danza, una vez que hayas unido en ti de forma natural o aprendida, la estética y la autenticidad.
            El Yoga cree que con la práctica llegas a la iluminación, el Tantra sin embargo dice que ésta simplemente ocurre. En todo caso de la única manera que puedes despertarte del letargo y descubrir tu danza es con el movimiento consciente. Este es el camino, puede que lo consigas puede que no, tendrás que descubrirlo en tu experiencia.
La India
Flamenca, Terapeuta Corporal, Escritora
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Tres amigas nos cuentan su experiencia en -El Tutorial 365-

Tres amigas nos cuentan su experiencia en -El Tutorial 365-

¡Hola! después de un tiempito vuelvo a escribir por  aquí para contarles cómo está siendo mi experiencia en El Tutorial 365.Me siento muy agradecida por vivir esta experiencia, que aunque vaya despacio y a mi tiempo, está logrando cambiar muchas cosas de mi relación con el baile. Me encontré con mucha información, vídeos y material. Confieso que al inicio me sentí abrumada, pero luego al ir adentrándome en cada vídeo, en cada explicación, me sentí en casa. Cada vez me estoy amigando más con mi baile, con mi cuerpo y mi sentir para poder transmitir. Esto de ir concienciando los movimientos, la respiración es una maravilla!! Es un trabajo desde adentro hacia afuera. 

Es un aprendizaje invaluable y que cada una de las que amamos esto, debemos experimentar.

Agradezco a La India por compartir todo su conocimiento con tanta generosidad. Cada vez que repaso algo me encuentro tratando de estar en eje, sintiéndome arriba y gigante. Toda esta actitud y conciencia Flamenca se manifiesta no solo en el baile sino en mi Vida! .

GRACIAS GRACIAS GRACIAS a nuestra Maestra y también a tod@s l@s que forman este grupo porque crecemos junt@s a través del flamenco que nos hermana!
Melina Tornello (San Bernardo. Argentina)
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Quiero contar mi experiencia en  -El Tutorial 365- .Cuando ingresé al -El Tutorial 21 Gratuito-  fue por curiosidad y buscando siempre algo mas para mi baile, allí lo primero que me impacto fue una frase tuya que decía «Porque a veces a tu flamenco le faltas tú» y entonces pusiste en palabras lo que yo sentía en mi interior. Me encontré con un grupo de personas maravillosas y con vos, una maestra, generosa, atenta a cada detalle, pendiente de todos nosotros y aprendí un montón.  Por instancia tuya me puse propósitos para mi concientización y  fueron 21 días plenos de alegrías y descubrimientos.- Al finalizarlos se hizo un sorteo para participar en el Tutorial de 365 días y salí elegida, no puedo expresar la felicidad que sentí, una vez dentro del nuevo grupo me encontré con cantidad de material impresionante, más de 40 videos, archivos, reflexiones, artículos de tus libros, «Mis 10 mandamientos para el Flamenco» y «El flamenco mi inspiración»,  con tu asistencia permanente para ayudarme a concientizar mi cuerpo, a relajarme y poder expresarme sinceramente, encuentro cada día el equilibrio la fuerza, el peso la intención, todas cosas que tú nos marcas en este camino y nos guías constantemente. Trabajar cada video y luego subirlo al grupo esperando tu devolución es tenerte todo los días en mi casa explicándome, a pesar de los 10 mil kilómetros que nos separan.- Me acompañas  en este proceso de concientizar mi baile, no solo con el control semanal que realizas a través de los videos, sino también contestando cada pregunta cada duda.-
Por eso yo con cada persona que hablo recomiendo de corazón: ingresen al Tutorial de 365 días porque no se van a arrepentir, porque es una experiencia única, porque no importa el nivel que tengamos, esto no es marcaje, no es aprenderse una coreo, o copiar a alguien más, es aprender a sentir cada paso que doy, cada movimiento que sale de lo más profundo de mi ser y eso me lo estoy aprendiendo gracias a vos India querida, porque de a poco me voy asomando de tu mano a mi flamenco y me voy descubriendo en él y en la vida misma.- Mil gracias y ojalá muchos puedan acceder a este Tutorial que te cambia no solo tu baile sino que también la vida.-
Saludos desde Argentina, feliz de haberte conocido
Marisa Otero (Buenos Aires Argentina)
Hola a tod@s, yo también quiero compartir, como una de las ganadoras del premio en la 2@ edición, mi experiencia en el Tutorial 365, que ha sido como asomarme a los fogones de un famoso cocinero para ver los entresijos y los «trucos del chef». Algo a priori complicado, La India lo desmenuza de tal manera que se aprecia la «sencillez» que hace verlo posible.
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El trabajo de conciencia corporal significa mucho para mí, para conectarme conmigo misma y con el momento que estoy viviendo, para sentirme. Darme cuenta de lo que hago y de cómo lo hago, es lo que me permite mejorar cada movimiento, junto con las correcciones, la verdad es que es un aprendizaje impresionante y un trabajo personal importante.
Gracias La India por tu presencia, se te siente muy cerca y a todas las compañeras también por estar ahí, acompañándonos mutuamente. Algo que me encanta, desde distintas partes del mundo, tan lejos y tan cerca a la vez, conectad@s.
Ni qué decir de la cantidad de ejercicios y calidad de las explicaciones, el material es de 10, como todo lo que ofreces. Así que gracias, gracias, gracias, por tu trabajo y por este espacio flamenco a nuestra disposición. Me siento afortunada.
Rosa Gándara Lapeña. (Alicante, España)
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El cuerpo, el único territorio real en el que existimos

El cuerpo, el único territorio real en el que existimos

Tu mente crea tu baile y tú lo padeces, del mismo modo crea tu vida y tú eres su víctima. Con la auto-observación es posible ganar espacio mental para llevarlo al terreno corporal haciéndonos cada vez, un poco más reales.

Solemos habitar un mundo de fantasía, el imaginario creado por la mente. Un espacio efímero, inocuo e invisible que deambula entre el pasado y el  futuro. La única posibilidad de estar aquí y ahora, viviendo consciente del presente es a través del cuerpo y sus sensaciones. El cuerpo es el único territorio real en el que existimos, en él está nuestra historia, porque en él la hemos estado escribiendo día a día desde nuestra gestación, aunque solo le echamos cuenta cuando duele, funciona mal o se está muriendo.

Quien como espectador se topa por primera vez con el baile flamenco, queda prendado de esa imagen imponente de color y forma, rematada por el compás envolvente; donde la energía femenina desde la redondez y la masculina desde sus líneas, se rompen para retorcerse entre lunares, crespón y peinas. Dentro de esa forma corpórea hay una vida pulsando, hablando y manifestándose, precisamente porque el baile flamenco se remite expresamente a los sentimientos de quien lo ejecuta.

Lo que tú eres está en tu baile del mismo modo que está en tu vida, pero la diferencia es que al expresarte como bailaor o bailaora las defensas caducan y eso que ocultas se pone de manifiesto súbitamente sin tu permiso.  No muestras lo que tú quieres o crees mostrar -eso no puedes controlarlo con tu estructura mental-  es el inconsciente quien encuentra la salida de aquello que no puede expresar con palabras de forma consciente y lo hace a través del lenguaje musical, corporal o estético, valiéndose de todas las herramientas del arte. El ego, que está ocupado en controlar la perfección de la imagen mental que está creando, descuida así el blindaje de las defensas y es justo ahí, cuando la sombra se muestra atravesando el cuerpo y generando un éter de dolor, miedo, alegría y tristeza que el flamenco despierta y que el artista recrea a compás.

Las emociones primarias que la persona no puede ver ni se atreve a descubrir, salen a través del personaje del artista  al son de una soleá, una bulería o tangos. Ese arte, es la vida que ha pasado por el cuerpo quedando incrustada allí y que el artista sublima burlando al ego.

El arte es la expresión inconsciente y un mensaje con código cifrado del ser, pidiendo libertad. Si sabes qué de tu vida se expresa en cada tercio eres libre y si no seguirás dentro de tu prisión, volando solo en el ensueño del tablao.

La auto-observación no es fácil, con ayuda es posible ganar espacio mental para llevarlo al terreno corporal haciéndonos conscientes poco a poco. Poniendo atención e intención y cuestionando acerca del sentir, de la percepción o intuición que operan siempre en el presente. Dejándonos guiar por el cuerpo lleno de vida y sabiduría, en lugar de por el pensamiento hacia un espacio reducido e irreal.

Observa tu arte -tu baile- así sabrás mucho más de ti. Hay una sola puerta a la vida tan evidente, sencilla y fácil que no nos lo creemos: el cuerpo. Escuchando al cuerpo te escuchas a ti, pero escuchando a tus pensamientos escuchas tus mandatos y programas. Escucharte implica riesgos, incertidumbre y cambios en tu vida, para después de un tiempo renacer a una nueva realidad interna que se expresará en una externa. Escuchar a tu mente implica limitaciones, dudas, intranquilidad, esfuerzo, lucha permanente por sobrevivir e inmovilidad. Permitiendo que tu mente nombre lo que tu cuerpo siente, serás dueño de tu vida y de tu baile o al menos descubrirás muchas experiencias interesantes para tu evolución en el camino.

“La India”
Flamenca-Terapeuta Corporal- Escritora
www.la-india.es