El cuerpo calla lo que el corazón grita. El baile flamenco y la terapia corporal.

El cuerpo calla lo que el corazón grita. El baile flamenco y la terapia corporal.

Artículo publicado por el Correo de Sevilla el 8 de noviembre de 2017

El flamenco surge como el lenguaje de la expresión genuina de un pueblo que explota en forma de arte su miedo, su dolor y su más profundo penar. Hoy, todo ese cúmulo de emociones primarias sigue tan vigente como antaño, solo que hoy: el cuerpo calla y enmascara lo que el corazón pide a gritos. Hoy duele no Ser uno o una misma bailando.
Con la terapia corporal y a través del flamenco, podemos llegar a los patrones inconscientes de éste dolor, transitarlos y liberarlos.
            La mente, aliada de las estructuras tangibles y gobernables apresa al cuerpo como su lacayo. Así es como primero pensamos y luego actuamos en función de lo que creemos. En el baile flamenco actualmente ocurre del mismo modo.
            Se crea en la imagen mental aquella forma que queremos dar a una soleá, por ejemplo y se somete al cuerpo a esa imagen de ensueño. En el mejor de los casos es una imagen que efectivamente brota del sentir del corazón, pero a decir verdad, esa imagen jamás llega pura a la estructuración mental que la  pone en marcha, sino que llega tan filtrada, recortada y reprimida que se torna una imagen zombi. Pero aún hay más, porque muchas veces, la imagen que la mente crea no es en base a lo que emana del corazón de quien baila o estudia baile flamenco, sino de sus iconos e ideales mentales basados en los grandes de este arte y que ellos mismos dogmatizan. Así la creación es absolutamente mental, aunque bien podría ser una copia perfecta y estéticamente bella, el problema es el frío vacío que se siente profunda y permanentemente. “No estoy ahí cuando bailo”
            Desde mi experiencia, puedo decir que me llega a través de clientes, alumnos, profesionales y lectores, una única y dolorosa constante: ¿Por qué no puedo expresar todo lo que siento?“Tengo miedo, no tengo nada que dar, me paralizo al subir al tablao”. Podría citar muchas frases más, pero todas van al mismo punto: el dolor de no Ser uno o una misma bailando.
             Ante este grito ahogado, la solución más a la mano que encuentran es seguir estudiando, perfeccionando movimientos y buscando seguridad en la ejercitación de sus tablas de pies, para sentir ese arraigo a la tierra y remediar así lo que ocurre en ese segundo trágico en el que el frío se mete en el cuerpo, las piernas se endurecen y el corazón late a mil por hora.  
            Esta falta de coherencia entre el sentir y el hacer no atañe solo a quien baila flamenco, puesto que todos hemos sido adoctrinados sistémicamente. Llegados a este punto, nos cuesta tantísimo identificar el deseo profundo que viene del corazón, que para ello, algunas personas buscamos algo que ni sabemos qué es, pero intuimos que allí está. Para abrir la conexión mente, cuerpo y corazón, durante años investigamos, curioseamos y estudiamos caminos encapsulados genética y ancestralmente, con el único fin de bailar por Soleá con el corazón abierto. 
            El flamenco es un canal directo al corazón y desde el corazón a la esencia del Ser. Siguiendo el camino hacia dentro, hacía lo profundo, doloroso y oscuro, aletargado en el sótano, lo que yo llamo “las cavernas del averno” es dónde encontramos el poder para volver a crear.
            Cuando los sueños del alma, aquellos que nos apresaron y silenciaron salen de la oscuridad a la luz, el baile se hace danza y así se convierte en sagrado, porque finalmente expresa al Ser. No es un camino fácil, pero puedo decir que a través de la terapia corporal buscamos romper el círculo vicioso de bailar a costa del esfuerzo como único recurso. Desmenuzamos información sutil arraigada en el cuerpo, desbloqueando recursos corporales, mentales y emocionales, trabajamos con esa frustración que se hace síntoma en el baile y la finalidad es que la persona recoja sus propios recursos y potenciales.
            El baile flamenco, para quien lo vive, ofrece en el proceso terapéutico un camino de evolución para acceder tanto a la dimensión espiritual, como a la inconsciente, por tanto, cuando buscas el flamenco en ti, te buscas a ti y ese es el camino que emprendes. El flamenco es empuje para hacer el movimiento más allá del sitio de confort. Otras veces, es el síntoma que trae información para el cambio.
            Definitivamente no es el flamenco quien te hace sufrir, eres tú. Porque a veces a tu flamenco le faltas tú. Y si le faltas tú…entonces ¿Quién esta danzando dentro de tu baile? Que es lo mismo que preguntar ¿Quién está viviendo dentro de tu vida?
“La India”.
Flamenca, Terapeuta y Escritora
www.la-india.es
¿A qué llamamos energía femenina y energía masculina?

¿A qué llamamos energía femenina y energía masculina?

A las dos partes del todo. A lo sutil y abstracto junto a lo basto y concreto. A aquello que necesita de lo otro para expresar su completud, dónde los opuestos y antagónicos se funden en Unidad.
La energía femenina del hombre y de la mujer, de la mano de la energía masculina de la mujer y del hombre.
               Cuando hablamos de energía femenina o del femenino, evocamos a todo aquello que conocemos como las características representativas de una mujer. La sensibilidad que ajusta el sexto sentido de la percepción, y que hace de ellas sabias e intuitivas. El poder de crear y dar vida desde lo profundo de las entrañas donde anida el centro mismo del amor. La flexibilidad de todo su cuerpo, que la hace grácil y elegante. La receptividad en lo cóncavo de su útero que la conecta con la confianza del estar llena y plena de sensaciones complejamente placenteras. El ser la reina del hogar desde donde cuece el brebaje nutritivo del clan, dando a cada uno astutamente en su justa medida.
               Lo femenino es lo sutil, lo perceptivo, lo flexible, lo receptivo, la observación silenciosa, la astucia, lo complejo, el poder de crear, la abundancia, el recibir.

               En cambio cuando hablamos de la energía masculina,  visualizamos la imagen del hombre con la firme estructura de sus músculos y de aquello que, con fuerza y dirección, construya. La protección de lo suyo con todo lo que tiene a su alcance. Ofrece en su movimiento, el cobijo que abraza. Es el trabajo duro que le hace sentir seguridad, firmeza y valor. Es el ataque defensivo contra toda amenaza hacia sí, a su descendencia y procedencia. Provee la materia prima. Da

A las dos partes del todo. A lo sutil y abstracto junto a lo basto y concreto. A aquello que necesita de lo otro para expresar su completud, dónde los opuestos y antagónicos se funden en Unidad. La energía femenina del hombre y  de la mujer, de la mano de la energía masculina de la mujer y del hombre.
La energía masculina es la fuerza, la estructura, la dirección, la protección, la defensa, el poder del movimiento, la seguridad, la simpleza, el trabajo duro, la providencia, el dar.
               La energía Masculina está sobrevalorada en nuestra sociedad, hombre y mujeres salen a luchar y a proteger con uñas y dientes el hogar para sentirse seguro contra los “depredadores”, entonces: ¿Quién está dentro del propio hogar (el corazón) esperando con los brazos abiertos y el nutriente alimento para el alma? ¡Nadie! Porque hombres y mujeres queman el combustible de la energía masculina en la acción, en el afuera, sin atender a lo que sienten. Así los hombres se quedan huérfanos del complemento energético, de aquello que en verdad tienen que aprender yendo a su interior, y ellas, ellas han perdido el sentido más preciado de sus vidas: el poder de lo sutil.
               En la energía femenina está la clave del nuevo paradigma, integrándola y dejando que se entremezcle con la energía masculina, es cuando se creará un nuevo Ser.
            Es necesario conocer la energía  qué nos mueve, para saber cuál tenemos que aprender a integrar. Completar la energía femenino-masculina o masculino-femenina dentro de cada uno, es el nuevo paradigma en hombres y mujeres evolucionados. Porque el encuentro del nuevo modelo de pareja ya no es mujer y hombre en complementariedad, sino Seres en Unidad.
La India
Flamenca-Terapeuta Corporal- Escritora
www.la-india.es
La comunicación que no comunica en la relación de pareja.

La comunicación que no comunica en la relación de pareja.

La comunicación que no comunica en la relación de pareja.

Si tú no sabes lo que quieres, y aunque lo sepas no puedes o no sabes expresarlo, no puedes esperar que la otra persona pueda adivinarlo; no tiene el deber de intuir y mucho menos de suponer qué es lo que te sucede.

El Amor no trata de esperar que el otro te interprete para hacerte la vida más fácil. El Amor es hacerle la vida más fácil al otro.

Solemos esperar demasiadas cosas del Amor, muchas más de las que le damos. Confiamos en que nuestra pareja sepa qué es lo que nos sucede, como si fuéramos el centro de su vida, pensando que: “si me amas, me conoces lo suficiente para saber qué es lo que siento”. Y cuando el otro –que sólo ve o percibe nuestro malestar, sin tener idea de qué es lo que está sintiendo nuestro corazón- se atreve a preguntar: “¿qué es lo que te ocurre?”, detona una sacudida de respuestas cargadas de frustración y reclamo.

Podemos sentirnos en soledad estando en pareja, por el simple hecho de no saber comunicarnos.  Solemos culpar en secreto al otro, por no saber escuchar o no saber preguntar, por desatender a lo que ocurre en la intimidad emocional, por minimizar o agregar más drama a un simple hecho o por no hablar de aquello que le duele o desea. En definitiva: solemos culpar al otro de lo que cada quien en sí mismo no suele ser capaz de reconocer. Por eso se hace en secreto, haciéndose muy difícil de exteriorizar con palabras, es más bien una mirada que enjuicia a través de gestos con una energía silenciosa y densa. Así es como estando con quien se supone que es nuestra pareja de amor, estamos en soledad y en el marco de una relación superficial.

Te propongo tres enunciados para ayudarte a reflexionar sobre tu comunicación.   

Todo aquello que tú necesitas de tu par, pídelo. Tienes derecho a pedir lo que necesitas y el otro tiene derecho a decir No, y esto no cambia el amor, favorece la autonomía. Si el otro no puede, no quiere, o no sabe, hazlo tú y  le ayudarás a que encuentre el camino.

Diferencia entre la exigencia y el pedido.  El amor no admite presiones, el amor es generoso. Será tu compañero o compañera quien hará todo lo que esté a su alcance para darte lo que necesitas y más. Si dice que No, es porque realmente no tiene eso que tú necesitas aquí y ahora y no tiene que inmolarse por ello.

Reconoce desde dónde pides. El corazón es el único que puede expresarse con verdad y profundidad. Pidiendo cuando necesitas, reconoces tu carencia. Al reconocer aquello que te falta, descubres el camino que tienes que seguir para conseguirlo. Si te falta comprensión, da comprensión; si te falta ternura, da ternura; si te falta que te escuchen, aprende a escuchar, si te falta un abrazo; da ese abrazo.

Esta en tus manos salir de la soledad y encontrarte con en el corazón de quien ya duerme en tu cama.

“La India”

Terapeuta corporal. Flamenca. Escritora

www.la-india.es

 

 
El Tantra dice…

El Tantra dice…

Aceptar la totalidad de la vida, es estar automáticamente en el camino medio. No estás ni a favor ni en contra de algo. No has elegido, simplemente estás flotando en la corriente. No estás yendo hacia una meta: no tienes elección. Estás en estado de dejarte ir.
               El Tantra cree en un profundo dejarse ir. Cuando eliges estas yendo contra todo el universo, estas separado, aislado, vas intentando ser tú contra el flujo universal , contra el flujo de la vida. No elegir significa que no tienes que decidir hacia dónde va la vida, dejas que la vida se mueva y que te lleve con ella. Te entregas a la misma fuerza de la vida, esto es lo que el Tantra quiere decir con aceptación total.
             Una vez que aceptas la vida en su totalidad, comienzan a suceder cosas, porque ésta aceptación total te libera de tu dosis de ego. Éste ego que no se entrega es la fuente de todos los problemas.
               El Tantra dice: no elijas. Permanece sin elección. Si tienes algo que elegir o que lograr no puedes aceptar la totalidad. Aceptación significa dejar de lado a la mente que siempre está a favor de algo o anhelando algo. Si tienes una meta no puedes aceptar la vida como una amiga. Si esperas algo de la vida  te estás imponiendo a ella, no estás dejando que la vida suceda.
               El Tantra dice: las cosas pasan cuando no las esperas, cuando no las fuerzas, cuando no las anhelas. Un resultado viene de un esfuerzo consciente; una consecuencia es simplemente un derivado adicional. La felicidad es una consecuencia del amor,; si te amo sin ninguna motivación, la felicidad lo seguirá como una sombra.
               El Tantra dice: la aceptación será seguida por la transformación. Pero no hagas de la aceptación una técnica, para la transformación no lo es. No desees la transformación,no sucederá y el deseo será el propio obstáculo.
               El tantra dice: seas lo que seas acéptalo. No lo justifiques ni lo racionalices, vive el momento y ve que ésta es la realidad. Permanece con la realidad y acéptala, a no ser que afrontes esa crisis no serás transformado. Sólo la realidad de la vida te lleva a la verdad, las ficciones no ayudan, así que permanece con los hechos independientemente de lo que sean. El universo te sucede de ésta manera, te has encontrado a ti mismo de ésta manera. Es así como te ha hecho la vida, es así como la vida te está forzando, como te está llevando a alguna parte. Relájate y deja que la vida te lleve ¿Cuál es la dificultad al relajarte? Es que si te relajas, no puedes permanecer en el ego.
               El tantra dice: intenta comprender todo éste mecanismo de la mente, entonces es bueno no luchar, es bueno fluir como eres y aceptarlo. Tenemos miedo porque si aceptamos ¿Cómo lo cambiamos?.
              El Tantra dice: la aceptación es trascendencia, lo has intentado luchando y no ha pasado nada.
               El tantra dice: una vez que aceptas la división interna desaparece, te vuelves Uno y ésta Unidad da energía. Toda tu energía se derrocha en la lucha y los conflictos internos. La totalidad es una transformación alquímica, estás a gusto  y tienes energía. La energía que obtienes mediante la ausencia de conflicto se vuelve tu conciencia.
               La energía puede moverse en dos direcciones, si va hacia la lucha la estás derrochando; si la acumulas  en la no lucha, te sientes cada vez más fuerte. Tú te sientes fuerte y ese “tu” es algo totalmente diferente.. Una vez que la energía está indivisa, va acumulándose. La energía vital es producida dentro de ti todos los días  y llega un punto, que esa energía se vuelve consciencia, el Tantra dice que esto es automático. Cuando la energía es transformada en consciencia, suceden muchas cosas, puede ir a una dimensión más elevada y ya no permanecerá en la dimensión baja del conflicto.
El libro de los secretos. Bhagwan Shree Rajneesh (Osho). Ed Gaia ediciones 1999
La India
Flamenca -Terapeuta Corporal – Escritora
www.la-india.es
El profundo abrazo de Amor.

El profundo abrazo de Amor.


Sabemos que Hombres y Mujeres no desean lo mismo, pero…
¿Cuál es el deseo profundo de la Mujer? ¿Cuál es el deseo profundo del Hombre?
 
La mujer, lo único que desea es ser abrazada profundamente por el hombre y que ese abrazo sea tan profundo que le penetre hasta el alma.
El hombre, lo único que desea es penetrar profundamente a la mujer y que esa penetración, sea tan profunda que abrace su alma.
                         
 
Desde la polaridad femenino-masculina, cada uno en sí mismo y juntos en el mismo tiempo -espacio, se integran en consonancia al abrazo profundo de Amor que ambos secretamente desean.
 
La esencia masculina en la parte inferior del cuerpo es la que entrega impulsivamente: los genitales.   
La esencia femenina en la parte superior del cuerpo, el corazón que vibra en Amor, se expande hacia los brazos para recibir y acoger.
 
Desde arriba en ella y desde abajo en él, se abren los canales profundos hacia el centro de la emoción –el plexo solar ubicado en la boca del estómago-. En el preciso instante en que  ella abraza desde su esencia femenina, abre su potencial femenino desde el fondo del útero, para que él  penetre su alma. Cuando él siente abierto el camino hacia la verdad de ella, experimenta el abrazo profundo en el propio corazón, despertando su potencial masculino emocional, de cuidado y protección. Sólo despertando y sanando el uno con el otro, se unen auténticamente: en su esencia y su potencial.
Para vivir al abrazo profundo que penetra con Amor, es necesario que ambos estén receptivos y expresivos en equilibrio.
 
Lo que ocurre ante el desequilibrio, ella frena intuitivamente la expansión amorosa desde el corazón, por miedo a no ser contenida en Amor por él. Así, sus brazos devienen en finos alambres de púa que ponen distancia. La penetración que él ofrece obedece al instinto sexual de satisfacción inmediata, sin avanzar más allá del contacto vaginal superficial, desconectando sus emociones por el miedo inconsciente a ser devorado.
           
El circulo del dar y recibir Amor queda truncado por miedo, creando un hueco que fagocita toda posible expresión de Amor. Así ambos olvidan su deseo de ser abrazados en amor y se conforman con el pobre ejercicio orgásmico como fin en sí mismo,      
 
 Cuando en la sexualidad compartida, el Amor está sometido por el miedo, permanecemos con una actitud defensiva y a la espera caprichosa de que sea el otro,  el que de Amor.
 Si ella espera recibir, recibirá sólo penetración -que es lo que él sabe dar-. Y si el hombre espera que ella entregue, logrará un abrazo tierno. Él quiere penetrarla y ella cierra la penetración profunda porque no se siente abrazada, estableciéndose un círculo vicioso de desconexión amorosa, falta de empatía y soledad durante el acto sexual.
 
Para hacer el Amor hay que entregar Amor. Hay una parte de ti que sabe dónde y con quién, si asumes tu auténtico deseo vivir el Amor en pareja sin miedo.
 
La India
Flamenca. Terapeuta corporal. Escritora
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